lunes, 25 de febrero de 2013

La Biblioteca: Spectrum


 
Hubo un tiempo no muy lejano, en el que la carátula de un videojuego era un factor fundamental para las buenas ventas de un título. Algo dificil de creer a dia de hoy, y es que tenemos que remontarnos al menos 30 años atras en el tiempo para situarnos en el contexto de la época.

En aquellos tiempos, la única información de que disponía un usuario para escoger un juego en la tienda, provenia esencialmente de la opinión de sus amigos, de los anuncios publicitarios y de los breves análisis que se realizaban en las revistas especializadas que ya comenzaban a aparecer.

Además, hay que tener en cuenta que el tiempo que transcurria desde que el juego salía a la venta hasta que las revistas llegaban a los quioscos y podian ser hojeadas por los lectores, no era poco. Este, es el contexto que provocó una forma de comprar videojuegos muy diferente a la que conocemos hoy en dia, en el que la cubierta de un juego era un factor determinante para sus ventas.
 
En formato libro, nos llega 'Spectrum' un libro que homenajea al ilustrador Azpiri, un viejo conocido de los amigos de los 8 bits con el que siempre es grato reencontrarse.

Como hemos dicho, las fuentes de información de que disponian los jugadores en la década de los 80 eran escasas. En muchas ocasiones, aparecian en las estanterias de las tiendas nuevos juegos que eran completamente desconocidos para el jugador, pero ir a la tienda con un billete de 1000 pesetas y volver de vacío, no era una opción para un gamer de los 80.

El usuario, por tanto, se enfrentaba a una estanteria llena de juegos desconocidos y la carátula era el punto de entrada inicial para que el usuario se decantase por uno de ellos.

 


Además, gracias a la bajada de precios a la mítica cifra de las 875 pesetas, el jugador tuvo la posibilidad de arriesgar en la compra y adquirir nuevos títulos mas a la ligera. Y es que hay que reconocer, que existieron un conjunto de juegos que los usuarios de los 80 escogimos 'a ojo de buen cubero'. Los puntos de referencia para seleccionar la presa, venían esencialmente del atractivo de la carátula y de la información de la contraportada; nuestras ganas e ilusiones completaban la falta de información objetiva.

Y es este el contexto, en el que debemos comprender la importancia que tenían las carátulas en el mercado y por ende los ilustradores que habia detrás de ellas. Las portadas de los juegos, por tanto, fueron sin duda un cebo que incitaban al jugador de la época a escoger un juego de la estanteria y valorar la posibilidad de hacerse con él.

Bien pronto, fuimos conscientes de que las capturas de pantalla que aparecian en la parte trasera de la caja que contenia la cinta (si el editor tenia a bien ponerlas), se correspondian  en muchas ocasiones con versiones superiores para otros sistemas y que poco tenian que ver con el juego que habíamos comprado para nuestro sistema.

Por lo que la intuición, la breve descripción del argumento del juego y especiálmente la carátula, suponían los principales recursos de que disponia el videojugador para decidirse en su compra.


En la edad de oro del software español, brillaron con luz propia dos grandes ilustradores: Luis Royo y Alfonso Azpiri. Este último fué sin duda el mas buscado por las compañias para sus nuevas producciones y con solo hojear el libro que tratamos, es facil saber el porqué.
 
Hay que destacar que la calidad de las obras que ofrecieron ambos ilustradores para las producciones españolas, estaban muy por encima de la media de las ilustraciones que decoraban los videojuegos extranjeros.

Para homenajear a Alfonso Azpiri y para el deleite de los aficionados, llega en formato libro y con una presentación esquisita, el libro titulado "Spectrum".

En él, encontraremos los excelentes trabajos que realizó este autor para el mundo de los videojuegos. A buen seguro, este título hará las delicias de los nostálgicos de la época, pero es que además también supone una pieza fundamental en la biblioteca de los buenos aficionados a la historia de los videojuegos.

El libro cuenta con una presentación excelente y una maquetación a la altura de las circunstancias. La portada y contraportada, simulan el aspecto que tenía una caja de cinta de ordenador de la época. El contenido del libro cumple con nota ya que muestra para cada juego, la carátula a página completa, un esbozo inicial de la portada, la fecha de publicación del juego y los sistemas en los que fue editado.
 

Las carátulas de Azpiri, se han caracterizado por recrear ángulos arriesgados y desprenden un colorido y una calidad muy por encima a la media de las carátulas de la época. En sus creaciones se trabajan todo tipo de técnicas, aunque destaca el uso del aerógrafo tan de moda en la época.

Una de las señas de identidad del autor consiste en integrar su firma en el dibujo; este hecho suponía un extra para los jugadores, y es que era un pequeño reto descubrir su firma en las ilustraciones.

El contenido del libro es mayoritariamente gráfico como no podía ser de otra forma. Las carátulas son las auténticas protagonistas que nos recuerdan a las principales y mas famosas portadas. Nos encontramos ante la oportunidad de rememorar a gran tamaño y a todo color los espectaculares trabajos de Azpiri.

Mención especial merecen los bocetos originales de muchas de las portadas. Y es que en no pocas ocasiones, estos bocetos sufrieron importantes modificaciones en comparación con la versión final que pudimos ver en las tiendas.

También, encontraremos algunos trabajos completamente inéditos, como algunos esbozos de las portadas y otros trabajos finalizados que nunca llegaron a ver la luz en el mercado; algo que aporta un valor muy especial al libro.
 

Pero hay algo que se hecha de menos en el libro, nos referimos a las explicaciónes sobre el proceso de desarrollo de estas carátulas. Azpiri ha comentado en algunas entrevistas, como realizaba estos trabajos y es un material que hubiera resultado de gran interés para los potenciales compradores de este libro.

En las entrevistas realizadas a Azpiri en otros medios (genial entrevista en el podcast numero 4 de la página www.elmundodelspectrum.com), destacan las casualidades que le llevaron a diseñar carátulas para videojuegos y las relaciones que tenia con las empresas del sector. También Azpiri comenta las breves descripciones del juego que les proporcionaban las compañias para desarrollar su trabajo o las diferentes técnicas de ilustración y formatos que utilizó para plasmar las portadas. Información que recalcamos, hubiera resultado muy interesante y habría enriquecido el libro enormemente.

En cuanto a la estructura del libro, tras un prólogo realizado por Gonzo Suarez se nos muestran todas las carátulas en un formato esquematizado a doble página. En una de las páginas, se puede observar la carátula finalizada y en la otra, se muestra un esbozo inicial de la misma.

Todas las ilustraciones de las carátulas, están acompañadas de las pantalla de carga correspondientes (versión pixelizada de la carátula), el año en que salió a la venta el juego y los sistemas para los que fué lanzado.
 

Existe otra sección dentro del libro, en el que aparecen los trabajos realizados por Azpiri al margen de las carátulas de los videojuegos. Destacan en este apartado los anuncios que realizó para Dinamic en las revistas especializadas y también se incluyen algunas ilustraciones personales del autor.

En la última parte de libro, se muestran unas pequeñas capturas "in game" de los videojuegos tratados en el libro, algo que se agradece y mucho para refrescar la memoria, y que hará aflorar tanto los recuerdos como la nostalgia de aquellos que hayan cargado alguna vez estos juegos en sus antiguos ordenadores.
 

Hoy, casi tres décadas despues, se rinde con este libro un justo homenaje a uno de los mejores ilustradores mundiales de videojuegos. Estamos encantados de poder reencontrarnos de nuevo con estos geniales trabajos, que ya forman parte inborrable de la infancia de muchos de nosotros.

Lo mejor:
- Disfrutar tres décadas después de las carátulas de Azpiri en todo su esplendor.
- Decubrir trabajos inéditos de este genial autor relacionados con los videojuegos.

Lo peor:
- Ausencia total de información sobre el proceso de creación de las ilustraciones.
- Que las carátulas hayan pasado a un segundo plano en la actualidad.

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